Foto colectiva en la boca de la cueva, tras el
objetivo conseguido de superar y estrenar la senda y el portillo de las
Escalerillas
Marcha Social o Día de las y los socios de Mendiko Lagunak mendi Taldea
Hoy era el día (sábado,
18 de abril de 2015) de la Bazkideon
irteera (salida de socias y socios) del club de montaña Mendiko Lagunak de Amurrio que anualmente
realiza para los mismos y demás montañerxs interesados.
El día salió o amaneció,
como más les guste, gris y la hora de partida (en bus) a las 08:30 para, en el
pueblo de Salmantón, comenzar el recorrido a las 09:10. Se inicia a andar por camino cementado que pasado dicho
pueblo de Salmantón conduce hasta el cruce donde se encuentra o asienta un
monumento prehistórico conocido como dolmen que sigue caído, olvidado y, por
qué no decirlo, desconocido. (Salmantón, históricamente está documentado en el
año 864, en el primer escrito conocido que se conserva, como “Salvantone”).
Iniciada la marcha, se transcurre por camino si no
cementado sí apelmazado y apisonado
Si siguiéramos por este
camino que ahora continúa sin cementar, el mismo nos llevaría al portillo de (F)Aro
y por ende a la gran planicie que representa la Sierra de Sálbada, pero
nosotros tomamos un desvío a la izquierda, bastante antes de llegar a donde se
encuentra el dolmen de Oleta (que no había dicho el nombre), después de dejar
atrás el depósito de aguas del citado pueblo ayalés. (Por cierto, dicho pueblo,
a pesar de situarse a los pies de la falda de la vertiente norte de la sierra,
es decir, lo que se conoce como “pueblo de montaña”, disfruta de cierto aire de
pueblo agrupado, con casas adosadas y contiguas a lo largo del camino principal
que lo atraviesa, con algunas otras exentas).
Ahora el camino se hace
montañoso, o sea, de tierra. Es lo que se llama pista forestal y seguimos por
ella un buen trecho, teniendo siempre de frente, delante, arriba y en altura (aunque
todavía un poco lejano), el farallón de caída de la vertiente Norte de la
nombrada Sierra de Sálbada. (Este nombre de la sierra, tal vez derive de un
antiguo poblado, documentado hacia el año 864, situado más abajo de la misma, con el
nombre de “Salvata”).
Poco después, el pequeño
bosque de árboles por el que hemos transitado va dejando sitio a prados de
hierba que se deslizan por pequeñas laderas que son utilizadas para el pastoreo
que nos dejan ver en toda su magnitud el farallón antes dicho.
Despunte de las colinas de los montes que merodean
en la falda norte de la Sierra de Sálbada con los pueblos ocultos entre el mar
de densa niebla.
En la loma de Campo Mendrogal descansando y
observando el devenir que se presenta allí a lo lejos. Justo donde al Ungino
(izda.) le termina la espalda
Si, tras salir a estos
claros de luz, giramos la vista hacia la izquierda, el pico Ungino, con su
forma de pezuña invertida, en su cara W. nos transmite su majestuosidad y a la
derecha de esta cara W. se vislumbra (o se puede uno imaginar) lo que es el
sendero y el portillo de las Escalerillas. Pero eso con la mirada de los ojos,
pues con los pies ni pensar en llegar todavía, y menos pisarlo, en un buen
rato.
A ese paisaje que otea
nuestra mirada a la izquierda es al que deben encaminarse nuestros pasos por
sendero ascendente, zigzagueante y desdibujado para llegar, primeramente, a un
pequeño altozano o montecillo de roma cima de nombre Campo Mendrogal o
El Mendrogal a las 09:50. (Nombre
que también puede hacer referencia a toda la ladera que baja o cae de la
sierra).
Si el giro de nuestros
ojos es hacia atrás del camino recorrido, veremos en toda su magnitud, en el
horizonte cercano, la ubicación de los pequeños o diminutos pueblos que
salpican La Sopeña de esta histórica Tierra de Ayala - Aiara Herri, pero hoy no,
pues están sumergidos en un mar de “nubes” que los ocultan. Sin embargo, la
visión de la panorámica de la niebla es digna de contemplarse con las poco
pronunciadas cimas de los montes asomando, apenas despuntando, entre tanta
niebla alta.
Se inicia la marcha tras el respiro en el término de El Mendrogal…
… para detenerse más adelante
Después de un pequeño descanso en este alto de El Mendrogal aludido es el turno de enfilar verticalmente la ladera que se sitúa frente al mismo para, al de poco, proseguir por el sendero que en dirección W.- E. y con un recorrido casi horizontal nos dejará a la sombra del Ungino. Es un decir, porque hoy el sol ha brillado por su ausencia aunque a decir verdad, al inicio de la marcha parecía que iba a triunfar.
Las “escalerillas”, en este caso las escalas
(cuerda), que habrá que solventarlas un poco más arriba de nuestras cabezas, para
lo que la subida será en fila india y por turno
Otras imágenes de la desaparición de las escaleras y la
improvisación que se tuvo que hacer para suplir la inexistencia de las mismas.
Arriba del todo el portillo de las Escalerillas
Ya debajo de la pezuña
del Ungino, mirando hacia arriba, se ve el corte hecho por la naturaleza que posibilita
el paso y comunica el fondo del valle con la sierra de Sálbada. Es el portillo
de las Escalerillas y para llegar a él la distancia es más bien corta pero
casi es de escalada, por lo empinado del trazado.
El nombre del portillo
viene de las escaleras talladas en la misma roca, para posibilitar la
comunicación de la sierra con el valle pero que, sin embargo, fueron demolidas en tiempos de la guerra civil de 1936. Ahora se quiere recuperar o poner
en valor el acceso por dicho portillo para lo cual habrá que aumentar la partida
del apartado de inversiones en los presupuestos de la administración que
corresponda.
Esta recuperación y
puesta en valor del portillo fue la razón del recorrido de la marcha social de
este día. (Documentalmente es citado el mismo con el nombre de “Las escaleras
de Unguino” que en 1893, después de estar defenestrado dicho paso, senda y
vereda a la sierra por los derrumbes acaecidos tiempos atrás, se reabrió gracias
a la construcción a base de pico de cincuenta y cuatro escaleras.
Informativamente se pueden conocer más datos de lo anterior accediendo al
enlace http://aztarna.es/revistas/aztarna-45 en las págs. 5 a 7).
Esta vez, y para esta
ocasión, se utilizaron cuerdas con nudos a modo de escaleras para ascender, y
cuerda-agarramanos o pasamanos para caminar en el último tramo, previamente colocadas por los miembros
montañeros del club Mendiko Lagunak.
Este cometido de salvar
el portillo de las Escalerillas llevó su tiempo pues el ascenso requería de la
ayuda de los compañeros más diestros y activos físicamente y que la subida con
la ayuda del cordal (de cuerda) debía hacerse de uno en uno o/y de una en una.
Objetivo conseguido o prueba superada
… y también
Joseba, uno de los guías
Arriba, salvado el último
escollo de saltar la valla de madera que limita y protege del abismo, hubo reagrupamiento
de todas y todos (11:00) para rematar
juntos, en paralelo al corte montañoso, la llegada a la boca de la cueva de
Ungino o de Eskutxi (como también aparece documentada) sellada por pared de piedra a media altura para impedir
el acceso del ganado. Antes (o después) de llegar, podemos contemplar el gran
manto del Ungino que se desliza desde su cima y se extiende hacia el sur con el
remate de la pequeña balsa de agua al final del mismo, para satisfacción de los
animales que por la sierra andan y trotan y, sobre todo, se aprovechan y
disfrutan de sus pastos. (Cerca del portillo de las Escalerillas y en la vertical de la cueva se localiza otra balsa con abrevadero como la imagen adjunta refleja. Si prolongamos la subida, monte arriba de la cueva,
nos acercaríamos a la cima de Eskutxi –la más alta de Ayala - Aiara– y, más
adelante, al pico de Aro).
Desde el mismo portillo, imagen de una de las dos balsas y abrevadero que sirve para
saciar la sed los animales
Llegados a la boca de la cueva se produce la solemnidad de extender el gran mantel de plástico que enseguida es cubierto de enseres comestibles y bebibles que los improvisados comensales se disponen a catar (11:15). Al poco y por un momento comienza a gotear, más que llover, y rápidamente todas las viandas son guardadas previendo que se mojen, pero el goteo cesa y sigue el gustazo de degustar todo lo subido en las mochilas de nuestras espaldas.
Llegada a la cueva de Ungino (o de Eskutxi) y momento del hamaiketako…
… que no falta de nada
Terminada esta eucaristía
pagana, es decir, después del rato de asueto invertido en el hamaiketako, es la hora (11:50) de emprender el descenso de la
sierra al fondo del valle (antes es obligado la fotografía de grupo delante de
la cueva). Para ello, se desanda la corta subida anteriormente emprendida hasta
la cueva antes dicha y, bordeando la balsa de agua estancada, nos dirigimos en
dirección E. al portillo de Menérdiga que está situado al W. del otro pico de
la sierra de Sálbada, el Iturrigorri. No subimos a la cima de Ungino, ni
rodeamos el ojo o “ventana” del mismo para no dilatar más el tiempo de la
mañanera salida montañera, excepto alguno que sí lo hace.
La silueta del pico Iturrigorri vista desde el lado W. y
abajo la sinuosa sombra alargada del sendero de Menérdiga por donde se bajará
de la sierra, aunque todavía falta un trecho
Dejamos atrás, ignorándolo, el portillo anterior a éste que nos encaminamos, es decir, el de Atatxa (situado al E. de Ungino) y siguiendo andando llegamos al portillo de Menérdiga (12:10) (A su derecha, hacia el interior de la sierra, se encuentra la majada del mismo nombre con txabolas antiguas, modernas y en ruinas, como se indicaba en la entrada El amor de dos hayas no tiene parangón). Antes hemos tenido la experiencia de ver en acción el descenso in situ de uno de los espeleólogos que se encontraban inspeccionando una de las simas que nos salió al paso. (Ver el enlace https://youtu.be/xZZYDsMvIXU).
Antes de llegar y cerca del Portillo de Menérdiga
nos asalta una “sima” en el camino que un grupo de espeleólogos se dispone a
“violentar” introduciéndose en ella. Pertenecen al G. E. A. (Grupo
Espeleólogo Alavés) y utilizan una de las antiguas txabolas como refugio y campamento
base en la sierra, ubicada en la majada de San Isuso.
Puerta o barrera del portillo de Menérdiga
Desde aquí (desde el portillo de Menérdiga) se comienza el descenso por sendero sinuoso y bien marcado que termina cerca de Venta Fría en Lendoinogoiti pero que no lo senderaremos en todo su recorrido, sino que nos desviaremos al de poco tiempo, a modo de atajo, a la izquierda del descenso para encaminarnos al pueblo de Aginaga, cruzando antes el Camino Real de La Sopeña que discurre por la parte alta del citado pueblo, paralelo a las faldas de la sierra en la vertiente inferior de la misma.
Después de abandonar la senda de Menérdiga y a
través de campas y prados nos acercamos al pueblo de Aginaga, embalse de Maroño
y, más al fondo lejos el Políg. Indus. de Murga.
En el cruce del Camino de La Sopeña o GR 284
(Al respecto del nombre del pueblo de Aginaga hay que decir lo siguiente: la “i” lleva pronunciación átona y la “n” su pronunciación es como la “ñ” castellana ya que, según la normativa emanada de Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca, la “n” cuando va precedida de la vocal “i”, se pronuncia “ñ”.
Hoy día, en el habla cotidiana, el nombre todavía se pronuncia y escribe “Aguíñiga”, pero que en origen era “Aguinaga”. Ahora se ha oficializado la forma Agiñaga: “Por acuerdo adoptado con fecha de 2 de febrero de 2002 por la Asamblea Vecinal del Concejo de Aguíñiga, se aprobó definitivamente la denominación oficial del Concejo, que en lo sucesivo será Agiñaga. En Agiñaga, a 4 de febrero de 2002. – El Regidor-Presidente JOSE MARIA MENOYO GARCIA”…, aunque de momento, en la señal de entrada al pueblo figura escrito Aguiñiga, es decir, no ha cambiado su grafía.
El nombre del pueblo con su grafía en castellano
En atención a las normas gramaticales de la Academia de la Lengua Vasca esa “ñ” en su grafía, aprobada por la Asamblea Vecinal del pueblo, debiera ser escrita “n”, aunque en la pronunciación se lea y sea “ñ”. En fin, un dilema en el que algunos se han metido, incluyendo la propia Academia).
Primeros montañeros en llegar a la coqueta plazuela de la iglesia de la Purísima Concepción de Aginaga
… y algunos sacian su sed (o limpian sus botas) en
la fuente ante la esquelética presencia de la casa señorial de los Mendieta
A dicho pueblo de Aginaga
se llega a las 13:00 después de haber
iniciado el desvío anterior que nos adentra por un pequeño hayedo y atraviesa
varias campas o prados que nos indican la cercanía al mismo.
La llegada, y nuevo
reagrupamiento, se produce en la pequeña y acogedora plaza frente a la apañada
y coqueta iglesia del pueblo, adornada de fuente con aska y lavadero. Y, vigilante a la misma, la presencia de las
ruinas de la que fue la casa de los Mendieta que ahora apenas presume de su
escudo en la fachada y… ¿por cuánto tiempo?
El tejo plantado el día 20-12-2014 y la placa que lo recuerda, a la vez que la
presentación del libro
Desde hace unos meses, esta estancia descrita de la plaza ha sido decorada con la plantación de un hermoso tejo que recuerda al nombre del pueblo (hagin: tejo; (H)Aginaga: lugar del o donde hay tejos). También en el día de la plantación de este árbol sagrado vio la luz un libro sobre el tejo ayalés, cuyo título y autor: “Las raíces del tejo en Ayala” y Enrique Arberas Mendibil. (Al respecto, pinchar el enlace Las raíces del tejo en Ayala).
Aquí, en esta entrañable
plaza, algunxs montañerxs aprovecharon el agua que manaba de la fuente para
limpiar las botas, y todxs fuimos retratados para el álbum del montañismo de Mendiko Lagunak mendi Taldea de Amurrio.
Imagen colectiva de todas y todos los integrantes de la marcha social del club de montaña Mendiko Lagunak
La recogida en el bus se hizo esperar pues previamente se había apalabrado para las 14:00. Así que para no adormecer las piernas nos dirigimos andando por la carretera local y bordeando el embalse de Maroño y su “playa” alcanzar la represa del mismo donde aquí sí, el autobús nos recogió para llevarnos a Amurrio.
Más tarde, ya en Amurrio,
los que se habían apuntado, a eso de las 15:00 dieron parte de la alubiada
popular, tradicional en esta Marcha Social hoy y aquí descrita. Y, por
supuesto, en todas las marchas sociales o día de las y los socios organizadas
por el club de montaña amurriarra.
El cartel anunciador de
dicha salida explicitaba que la salida sería en autobús desde el edificio de la
Telefónica (cercanías del cine-teatro y de la iglesia de Amurrio) a las 8:30 y
el recorrido constaba de 10 km.
Lugar de comienzo y consiguiente recorrido: pueblo de Salmantón -
Campo Mendrogal - Portillo de las Escalerillas - cueva - falda sur del Ungino -
Portillo de Menérdiga - pueblo de Aginaga.
Sólo queda, desde aquí,
dar las gracias a Jon, montañero y dantzari, por su amabilidad al
facilitarme las fotos editadas por el club que acompañan esta entrada. (Son las
que aparecen en formato alargado). Por cierto, sale fotografiado en algunas de
las aquí publicadas.
Como remate para
finalizar, una nota informativa para lxs montañerxs experimentados, casi de la
escala de escaladores, aunque seguramente ya la conocen.
Desde hace un tiempo, debajo de la gran mole rocosa (rodeándola) que es el
pico de Ungino se haya instalada una vía ferrata única en dicho
entorno montañoso. La misma recorre -casi uniéndolos- los portillos de Atatxa y
de Las Escalerillas (al E. y W., respectivamente, del pico Ungino). Pero que
mejor que lo cuenten ellos, los autores del siguiente vídeo www.youtube.com/watch?v=y1IkiD6cUvE
(año 2008) que de una manera desenfadada y alegre, entre amigos, van comentando
todo el recorrido.
Algunas imágenes más de la Marcha Social:
Dura 10 minutos y al final del mismo, a partir del minuto 8:50´´ (también un instante en el minuto 7:56´´), se puede apreciar la senda, previa al último tramo de ascenso al Portillo de Las Escalerillas descrito líneas más arriba, por la que hemos desfilado ordenadamente y en fila de a uno todas y todos los componentes de esta expedición social del club amurriarra. El vídeo está ambientado con una música de fondo muy apropiada y muy del País nuestro.
Algunas imágenes más de la Marcha Social:
No hay comentarios:
Publicar un comentario