Alegría no contenida tras hollar la cima de Arbelaitz (1525 msnm) en la sierra de Aizkorri
Arbelaitz y un -siempre suculento- plato de huevos fritos con patatas
Con el anuncio de
avecinarse un día agradable de sol, se inicia la salida montañera de este día (23-09-2017). A eso de las 8:00, desde Vitoria-Gasteiz
se toma la dirección de Agurain, rumbo al pueblo de Galarreta.
La niebla no dejaba
presagiar el buen tiempo. Pero como se esperaba, la niebla fue un espejismo que
pronto dio paso a una mañana y a un día totalmente soleado. Dicho con otras
palabras: “Tras la niebla viene (se asoma) el sol… y todo lo disipa”, como ya todos
sabemos.

Aquí, calzamos las botas
y se inicia el camino a recorrer para disfrutar de las cimas montañeras que más
adelante nos esperan con sus someras alturas, excepto una que es el motivo de
esta salida y que destaca de las demás.
En solitario y en compañía de sus amigos mendizales, Milpiribil se deja retratar
La primea en alcanzar: Milpiribil (1277 msnm) (más conocida
como está escrito en el buzón: Pin pil). De aquí rumbo a la principal cima y
razón de la salida de hoy: Arbelaitz. Para ello antes nos adentramos y
atravesamos las conocidas campas de Urbia, salpicadas de txabolas pastoriles
donde se elaboran y venden los quesos de la leche de las ovejas que a diario
pastan en este paraje.
Cruce de caminos: A Urbia 2 km. A Otzaurte y túnel de San Adrián 9 y 4 km., respectivamente
Llegando a las campas de Urbia, se divisa toda la sierra de Aizkorri
... y el rústico restaurante en el centro de las campas de Urbia
Subida de ascenso
prolongado para coronar la cima de Arbelaitz
(1525 msnm) que tras conseguido el objetivo, nos “obliga”, después del pequeño
descanso y disfrute de las vistas, a tomar el “camino” de descenso. Ahora, por
terreno abrupto con prolíferas piedras de canto y punta y, en momentos, sueltas
y despegadas del suelo.
Arbelaitz y toma pacífica de la cima, clavando el estandarte del Estado de Navarra
Termina la costosa bajada
de Arbelaitz entre “acantilados” puntiagudos y con la siempre presencia -ante
nuestros ojos- de la inmensa pradera de verdoso color que nos acompaña en el
descenso. (Arbelaitz se encuentra en la sierra de Aizkorri, siendo la cota más
occidental de dicha sierra. Su nombre le viene de la majada de Arbelar que se
extiende a sus pies, formada por varias txabolas acurrucadas bajo dicha
cumbre). En este punto todas y todos nos acordamos de nuestra compañera y amiga
que perdió las suelas.
En la bajada por estas puntiagudas piedras del Arbelaitz, alguna montañera no sintió los pies o, más bien, sí, pues tuvo la desfortuna de perder la suela de las botas, lo que le complicó el andar para todo el trayecto que quedaba por hacer
Descenso que nos lleva,
de nuevo, a las campas y prados de Urbia (1130 m) (lugar de abundante presencia
pastoril y remota estación megalítica) donde la rústica fonda-restaurante que preside
el verde entorno del lugar, nos obsequiará con el plato típico de todas y todos
los que se acercan a disfrutar del sol arrumbados sobre delgadas esterillas y que
no es otro… ¡que es ni más ni menos!... que un par de huevos fritos con… patatas,
más (a elección) chorizo o bacón, etc…. regado (en nuestro caso) de buena
cerveza.
La bajada no desmerece a la vista de las vistas que se ven y
... las caras de satisfacción y alegría tras la misma
Al final de la bajada,
iniciando el camino al restaurante-fonda contemplamos el desfile lineal de un
rebaño de ovejas que, en ordenado caminar, a los pies del agreste Arbelaitz y a
modo de figura piramidal, dibujan el zigzagueante camino de subida.
Pero mucho antes,
mientras el tiempo de descanso en la cima de Arbelaitz y de bajada de la misma,
dos intrépidos compañeros del grupo -sobrados de fuerza-, se lanzan a la
conquista de las demás cimas que en hilera W-E forman la sierra de Aizkorri (Iraule,
Aketegi -la cima más alta de Gipuzkoa y de la CAV o Euskadi-, Aitxuri, Aizkorri
-la emblemática cima con refugio y ermita de Santo Cristo-, etc.).
El desfilar pausado de la hilera de ovejas contornean el paisaje de la sierra
Despuntar. Se diría mejor: Renacer de la verdadera ikurrina de las y los navarros. Presagio de un nuevo tiempo en el devenir de nuestra actual sociedad sumergida en una conquista continuada bajo el imperialismo franco-español
Llegando al lugar que nos
proporcionará descanso, calor hogareño y satisfacción a los estómagos (es
decir, la fonda-restaurante), se atisba, sobresaliendo de la copa de un árbol,
el blandear de una bandera. Y, ¡qué sorpresa! ¡grata sorpresa! Es la bandera
que nos representa a todas y todos los navarros. Es la conocida como la
(bandera) pomelada o del carbunclo pomelado. Hay que recordar que, culturalmente (en sentido etnolingüístico), somos vascos (de
=vascones) y, políticamente, navarros.
El día daba para esto y mucho más en este día, inmersos en la vorágine de la proclamación de la República catalana
Ya sentados a la mesa
llegan los dos compañeros que recorrieron todas las cimas antes citadas. Igualmente
hicieron acto de presencia en otra mesa contigua otro grupo de mendizales,
trabajadores del servicio de Urgencias del Hospital Txagorritxu de V-G que
hicieron un recorrido distinto por la misma sierra.
El grupo de montaña de los mismos ha
sido creado a inercia, a imitación y en base a esa envidia sana de otro grupo
que formado por celadores, principalmente -aunque no exclusivamente-, también del mismo hospital gasteiztarra,
lleva 12 años haciendo salidas a la montaña. Algunas de renombre, yendo casi a
las antípodas terrestres (entiéndase África, Europa del Este). Grupo éste que es -como cabe suponer- el que llena las fotografías de esta entrada montañera.
Con nuestra bandera de la Nafarroa Osoa o sin ella, el compañerismo brilla como el sol
Para la tarde, para después de la comida campestre, y de vuelta al punto de partida, es decir, el pueblo de Galarreta, retomamos el camino cruzando nuevamente la alfombra verde de Urbia.
Al poco de dejar atrás
las últimas txabolas de este incomparable marco de la naturaleza, nos desviamos
del camino de ida para tomar a la derecha un suave ascenso que nos dejó en el pequeño
alto del monte Artzanasi (1217 msnm)
(también llamado Artzanegi) cubierto por un hayedo. (En la ladera occidental
del mismo, se encuentra el monolito de Lengokoaitz de difícil acceso, para el
que es necesario la escalada). Siguiendo por la cimera con imperceptible
ascenso, se alcanzan en un pis pas de tiempo las siguientes cimas de Oburu (1240 msnm) y Malkorra (1246 msnm). Ambas cimas
gemelas, junto con la anterior, se hayan situadas en la sierra de Urkila.
Sierra que hace de muga o límite de Araba-Gipuzkoa.
Artzanasi, representado por la seta madre y las setillas, se deja retratar y acariciar
Desde esta última cima,
comienza el descenso que al poco se prolonga por camino de pista y, tras muchos
minutos andando, muere en la barrera que, al principio, nos limitaba el acceso
y donde esperan aparcados los coches, ya en las proximidades del pueblo de
Galarreta. Tras el consabido cambio de ropa y calzado se toma el rumbo a la
ciudad de V-G.
Oburu y Malkorra. Dos cimas gemelas enclavadas en la sierra de Urkila
Malkorra (1246 msnm), última cima en este día tan agradable y soleado para disfrutarlo en el monte,... en las montañas de nuestra Navarra, Nabarra, Nafarroa, Navarre
En esta excursión de día
completo tuvimos la compañía de Jango
y Lagun que si bien no hicieron buenas
migas entre ellos dos, sí al menos se comportaron mejor que muchos humanos. Por
cierto no quisieron salir en muchas de las fotos y, cuando lo hicieron, casi
siempre sin dejarse ver la cara.
(Agradecer a Fernando la
gentileza en la cesión de algunas de las fotos que complementan y llenan de luz
esta entrada).
El MdB agradece las visitas a este blog que quiere entretener y, en lo que cabe, enseñar paisajes y lugares de las montañas de nuestro País y Nación, y de otras partes de esta Tierra nuestra.
Eskerrik asko guztioi. Muchas gracias a todxs
Y para finalizar ahí van algunos refranes con la palabra o/y rima "suela":
Un
paisaje, sólo se conquista con la suela de los zapatos.
Adelgaza
más la suela, que la cazuela llena.
El
que no se consuela, es porque no quiere.
El
que tiene una alta meta, suela cambiar de chaqueta.
La
viuda con otro amor, muy pronto se consuela.
Viuda
que no se consuela, será por pobre o por fea.
Mal
de muchos, consuela horrores.
Para
conservarse en forma, o si
se quiere llegar a viejo, poca cama, poco plato y mucha suela de zapato.
Más
suela y menos cazuela.
Zapato
de amigo, la suela quebrada y el hilo podrido.
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