lunes, 2 de julio de 2018

La travesía de las cimas de los tres G´s


 
La mesa roseta o mesa de orientación desde donde se divisan todos los montes del rededor

La travesía de las cimas de los tres G´s
También se podría definir como una circular que así es, en realidad, la visita a los tres G´s, pero queda más titular.
Fue fruto de la casualidad, pues la salida programada para este día (17-06-2018) debió de quedar suspendida por falta de “quorum” para llenar el autobús que condujera a montañeras y montañeros al punto de partida. Pero esto, a toro pasado, pues en un principio se desconocía la suspensión de la misma, por lo que como de costumbre se acude a la parada de Amurrio.
El resultado fue que no había autobús ni nada que se le pareciera, por lo que ante la duda o la incertidumbre de que podríamos haberlo perdido, nos dirigimos al Laudio-Llodio y ya allí, con la certidumbre de que la salida al monte “Montemayor”, desde Hereña y llegada a La Puebla de Argantzon donde se celebraba el Araba euskaraz -a pesar de no ser Álava/Araba, administrativamente hablando-, se había suspendido, hubo que pararse a pensar qué hacer. No era cuestión de volver a casa después del madrugón, era domingo.
Y eso que el día ofrecía muchas actividades lúdico-culturales, muchos lugares para ver, visitar y disfrutar. Así: Recreación de la Batalla de Vitoria en las campas de Armentia; visita guiada al antiguo Campo de Concentración franquista en activo 7 años en la localidad de Nanclares de la Oca; o visita guiada también y semimontañera al solar de los Guevara con su castillo y palacio -lo que se mantiene en pie- en la localidad de su nombre Gebara o recorriendo el Cinturón de Hierro en los alrededores de la villa de Ugao-Miraballes.
 
Camino o pista forestal a seguir, después de sobrepasado y dejar atrás el Santuario
 
No obstante lo dicho, uno ya estaba en faena, enfundado en su vestimenta de montaña por lo que la opción era clara. Desde Laudio-Llodio y con una simple orden, el coche -el gran invento del automóvil- nos subió obedientemente y sin rechistar ni enfado alguno hasta el idílico paraje y remanso de paz de Yermo, donde se erige el santuario de su nombre (Ermuko Saindutegia, en euskara).
Dejar el coche, refrescarnos en sus frías pero limpias y frescas aguas que manan de sus fuentes y comenzar a andar, fue todo uno.
Por campa en ladera, salpicada de arbustos y arbolillos varios y ganado bovino, las señales de los pequeños postes de Burdin Hesia (Cinturón de Hierro) te llevan al camino o pista forestal y principal de la ida y, luego, vuelta de esta salida, alternativa a la antes suspendida. (El enlace Marcha Cinturón de Hierro-Burdin Hesia Ibilaldia remite a parte del recorrido que aquí se describe en referencia a la travesía de este día).
Metidos en la misma, proseguimos andando y alcanzamos el primer testimonio de lo que fueron las trincheras con sus nidos de ametralladoras o bunkers de lo que dio en llamarse “Cinturón de Hierro” de la conocida como Guerra Civil de 1936. Un panel informativo te pone al día. Este testimonio bélico ha sido en parte reconstruido para el mejor conocimiento del visitante. (Como información añadida sobre el sentido del “cinturón” entrar en El Cinturón de Hierro en Ugao-Miraballes que sirve para una primera aproximación y visita del mismo en dicha localidad).
 
La pequeña cima de Gazteluzar de 717 m, desconocida por muchos, pues transitan por el camino que discurre por más abajo

Nos adentramos en el bosque de pinos siguiendo el reguero de trinchera que el terreno todavía deja ver, para salir a la claridad del espacio del cordal o loma, despejado de arbolado para satisfacer el pastar de los animales.
Bajamos, cogiendo a la izquierda el camino de verde suelo que discurre paralelo al camino principal y remontamos una suave subida que nos lleva al primer “G” de esta travesía circular: Gazteluzar (717 msnm), cima pequeña con su buzón correspondiente pero que nos sirve de atalaya para divisar las siguientes cimas a emprender. Estas de mayor arraigo o importancia por su mayor dificultad y envergadura.
Sin mucho esfuerzo hemos dejado el Valle de Llodio para adentrarnos en el Valle de Okondo en la histórica Tierra de Ayala - Aiara Herri, pues esta cima primera hace límite y frontera de los dichos valles y de Arrankudiaga.
Divisado el importante, y por qué no, imponente monte Ganekogorta, los pies nos llevan a él, primero por camino excelente para luego en las estribaciones del mismo comenzar su ascenso por sendero sinuoso que conduce a la pequeña planicie propicia para el sustento del ganado. Yeguas, vacas y ovejas pacen en completa armonía.
Al principio temíamos encontrarnos envueltos entre nieblas que ocultasen no sólo el ascenso sino sobre todo la cima con lo que ello supone de dificultad y de mala visibilidad del horizonte y paisaje que se abre a sus pies. La niebla, en forma de pequeñas manchas grises no se cansaba de transitar por las lomas y cima de Ganekogorta.
 

Vértice geodésico, mesa de orientación y placa indicativa de la cima de Ganekogorta de 998 m


Llegados a la comentada y poco espaciosa planicie, salvamos la estrecha senda que el riachuelo, producto de las lluvias, ha socavado, a lo largo de los siglos, en el suelo que nos asoma a la amplia loma y falda sur del macizo montañoso para, por la misma, ascender y llegar finalmente a la cumbre de Ganekogorta (998 msnm) donde el -ya habitual- vértice geodésico, el buzón y, en este caso, la mesa roseta de orientación con el nombre de los montes que desde todos los ángulos y puntos cardinales se otean en la distancia, esperan nuestra llegada.
El próximo año, el primer domingo de junio, le toca recibir a lxs montañerxs en la campaña de los Montes Bocineros que, de unos años a esta parte, están poniendo en tradición. (A ver si para entonces adecentan el derredor de la mesa roseta encharcada).
Esta cima es ayalesa, aunque aleguen en contra que está 10 metros adentro del territorio vizcaíno.
El tiempo que se presenta soleado en todo el firmamento de nuestro País, en Ganekogorta se resiste un poco con el momentáneo, pero constante, paso de bocanadas de niebla por su cima, aunque se diluyen y desaparecen para dejarnos maravillados con las vistas que esta cima ofrece.

 El tranquilo embalse de Zollo, en Arrankudiaga, desde Ganekogorta
El Nervión convertido en ría se contempla en la cercana lejanía con el puente Rontegui (Arrontegi) de límite norte, asomando tímidamente la Chimenea de Bilbao (o Torre de Iberdrola). A un lado, Erandio y el barrio de San Ignacio en el otrora pueblo de Deusto. En otro lado, hacia el este, fuera de las vistas urbanas, pobladas de edificaciones y pabellones industriales propios de la ribera de la ría, aparece el mundo rural, más natural, con el caserío salpicando el verde paisaje junto al pequeño embalse de tranquilas aguas en Zollo, demarcación de Arrankudiaga. Y por el otro, mirando al sur, el verde, sinuoso y arbóreo paisaje ayalés de Okondo.
 
La Tierra de Ayala - Aiara Herri y la Anteiglesia de San Vicente de Barakaldo envueltos y unidos con y por la bandera de todas y todos los navarros en el emblemático macizo y monte Ganekogorta

Contemplaciones visuales y vistosas que eran acompañadas de la venida e ida de montañerxs (solos, de dos o de tres componentes) que se acercan a esta cima desde distintos puntos cardinales, sobre todo venidos de Bilbao, aunque también de Barakaldo, Sodupe, Laudio… Juntándose, por momentos, hasta doce personas al unísono. Así, por ejemplo, fluye la agradable charla con barakaldarras que ante mi presentación como ayalés de la Tierra de Ayala, ellos se presentan como vecinos y naturales de la Tierra llana de Bizkaia, en concreto, de la Anteiglesia de San Vicente de Barakaldo. Ello dio pie a la constatación de que yo sea ayalés y no alavés, aunque administrativamente seamos alaveses al momento presente.
La conversación se mantuvo en el tiempo, llegando a la expresión más elevada al despuntar la bandera pomelada que nos representa como pueblo y nación histórica con breve comentario y charla político-histórica al respecto para despejar las dudas y la ignorancia que erróneamente la concepción aranista ha sembrado en muchos de los patriotas navarros que ignoran serlo por falta de conciencia de tales.
 
Arrabatxu de 984 m, frente a frente del Ganekogorta

Pero dejemos esta disquisición para momentos más propicios y prosigamos nuestra mañana montañera, desandando unos metros nuestro andar y continuar por el cordal, enlazando las pequeñas cimas o prominencias desapercibidas en el nomenclátor montañero y poco holladas las mismas. Léase Arrabatxu, Erroiaskan, Pagero, … que en todo momento nos mantienen la visual del camino de ida y, más tarde, de vuelta, al este del cordal, con la pantalla final del monte Kamaraka que hollaremos al finalizar la salida montañera de hoy.
Después de sortear y, a la vez, culminar las cimas anteriores en un subir y bajar suave y sencillo, nos espera el otro “G” que tiene el aliciente de treparlo en sus metros finales.
 
Al fondo, izda: Ganekogorta; a la dcha: Arrabatxu y un grupo de mendizales camino del siguiente: Pagero

Hasta el mismo, seguimos a distancia a dos parejas mixtas, que nos precedían en el disfrute del paisaje primaveral que despunta ante los ojos y pies montañeros que uno intenta ponerse en estas situaciones tan propicias para los mismos.
Siguiendo al grupo de mendizales camino de la cima de Pagero de 959 m), arriba. Y la cima misma con su buzón, idéntico al monte anterior. Obra de Arabako Mendizale Federazioa y Mendikat. (Para los que desconocen el idioma o la lingua navorrorum -léase euskara-, el nombre de esta cima se lee "Paguero")
Siguiéndoles, observé -también se les oía- que el ataque al escarpe del monte Gallarraga lo hicieron -en su primer tramo- desviados más al oeste, es decir, a la derecha de la subida habitual que es paralela y discurre pegante, junto al cercado alámbrico que sigue su ascensión.
 
Sin perder de vista a los susodichos mendizales que emprenden el ataque al escarpe que les llevará a la cima de Gallarraga, tras sortear la "chimenea" de su nombre
Por todo ello, alguno o algunas tuvieron que echar mano (o hacer necesidad) de las “cuatro patas” para salvar el primer envite. Salvado el cual, dio ocasión para casi trepar (o repelar) con la ayuda de una soka que en los últimos metros cedía protagonismo a estrecho cable de acero para con el que superar lo que se conoce como la “chimenea de Gallarraga”.
 
Para lo cual, la soka, primero, y, a continuación, este cable de acero les facilitará el éxito del ataque al escarpe
Ya arriba, se sigue por cresterío que en unos metros nos lleva a la cima misma de Gallarraga (862 msnm) (con pronunciación tónica y esdrújula, en la segunda “a” pero sin llevar tilde o acento ortográfico, pues es sabido que en euskara el acento no es gráfico). Montaña eminente de Okondo y su Valle. Estamos en la cima que, desde su atalaya, arropa, envuelve y recoge, por el lado sur, al vecindario habitado en caseríos dispersos del barrio de Okondogoiena de dicho Valle.
 
 En el solar de Okondo, en la cima de Gallarraga de 862 m, descansa la bandera pomelada del antiguo Reino y Estado de Nabarra, junto al Arrano Beltza

Decir para saber que, en todo este trayecto por el cordal, hemos transitado por la fina línea fronteriza de la Tierra de Ayala -a través de Okondo- y Bizkaia, ambas “provincias por sí” aunque a la primera actualmente no se la tenga reconocida jurídicamente pero sí históricamente.
Minutos después de coronar Gallarraga y saludar a las y los montañeros que nos precedían, vecinos del cercano pueblo de Sodupe y que al mismo se dirigían, fue expandida sobre el suelo la bandera nacional de Nabarra que como pueblo y nación nos representa e identifica, aunque suframos, hoy en día, de la conquista continuada a la que nos someten los estados conquistadores español y francés.
Nación conquistada, pero nación con el sentimiento vivo de querer recobrar su libertad, ejerciéndola, para existir libre dentro del concierto mundial de naciones.
 
Poste con las señales señaléticas para tomar en consideración cualquiera de los itinerarios o recorridos a tener en cuenta

 
Kiputxeta de 717 m con su buzón y, al fondo, el camino de descenso desde Gallarraga, a la izquierda

Rubricada la escena y exaltación de la bandera en el solar navarro del ayalés Valle de Okondo, se prosigue la caminata desandando unos pocos metros para iniciar el descenso del monte okondarra por su falda sur y llegar a una vaguada donde señales adheridas a un poste indican distintos caminos y direcciones a tomar. Entre ellas, se indica el camino a la pequeña cima bautizada como Kiputxeta (717 msnm) que debido a la poca distancia -300 m- para su coronación, allí nos dirigimos. La cima está señalizada, como no podía ser de otra manera, con el característico buzón, en este caso en forma de caja, con apertura para depositar la tarjeta montañera. Idéntico en su forma, pero en mejor estado, que el de la cima de Gallarraga.
Vistas desde el mismo monte anterior, de las cimas de Pagero y Arrabatxu y, detrás de ésta (no se ve) la de Ganekogorta

Desandamos y volvemos al poste señalítico para, desde aquí, coger el GR-123 que concluye o conecta con la pista que nos vio venir desde el punto de salida de esta marcha y que lleva hasta las postrimerías, a los pies, del macizo de Ganekogorta.
 
En el camino de vuelta se otea en el horizonte, las cimas de Gazteluzar, por la que pasaremos nuevamente, y la de Kamaraka a la que ascenderemos después, como guinda y propina a los tres G´s colmados en esta mañana tranquila de agradable temperatura. Ideal para disfrutar del monte

Recorriendo este GR que hace de vuelta de la circular emprendida horas antes, vemos en la lejanía cercana la ladera de subida al monte Kamaraka (782 msnm), al que nos encaminamos después de alcanzar la pista susodicha y hollar nuevamente la suave cima de Gazteluzar (o Kastillozar, en el mapa toponímico de Laudio).
 

La cima de Kamaraka y sus 782 m fotografiados con la bandera de Nabarra en el solar patrio

De vuelta del mismo, retomamos el camino o pista forestal que, pasando nuevamente por los restos de trinchera y bunkers rescatados del olvido, nos guiará hasta el Santuario de Nuestra Señora del Yermo, con la ermita de Santa Lucía a su vera y, un poco antes, la ermita dedicada a San Antonio y Santa Apolonia, dando fin a la travesía circular de los tres G´s.
 





Desde la bajada de Kamaraka, fotografía que escenifica las cimas de Kiputxeta, Gallarraga y, envueltos por la niebla, Pagero, Arrabatxu y Ganekogorta (por este orden). Frente a estos, en un nivel inferior, Gazteluzar






Ya, volviendo sobre nuestros pasos, camino del Santuario, observamos otro resto de búnker con su trinchera que comunica con otro situado más abajo


Y, cerca del Santuario, después de dejar atrás la ermita de los santos Antonio y Apolonia, nos recibe la antigua casa-escuela del lugar del año 1853

 

Frente y al lado, la antigua casa cural rehabilitada


 





Santuario de Ntra. Sra. del Yermo o Ermuko Saindutegia y, detrás del frondoso árbol, la ermita de Santa Lucía, a cuya romería acuden gran número de montañerxs, principalmente venidos desde Bilbao atravesando el monte Pagasarri

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