Babio nevado y un grito de libertad sobre su populosa cima
Si bien hace pocos días despedimos y recibimos al viejo y nuevo año en la cima de Babio, hoy (10/01/2021) ha sido la ocasión para visitarlo nevado.
Después de los días atrás, con nevadas persistentes en cimas altas como en la sierra de Sálbada de principios de este año 2021, pasado el día de Reyes Magos cayeron otras nevadas que esta vez alcanzaron (descendieron) la cima de Babio, situada a 582 msnm.
Por lo que no queriendo perder la ocasión, máxime cuando no nos atrevimos a subir a la también –aunque mucho más– nevada sierra de Sálbada, nuestro sucedáneo fue Babio y otra excusa más para visitar a nuestro “hermano gemelo”, el Montañero de Babio.
Durante la subida, entre el ramaje, se descubre el pueblo de Amurrio al que la nieve ignoró
Cerca del paso a la planicie o falda sur que, enseguida, nos llevará a la cima
Por el recorrido, ya casi habitual, de Amurrio-Etxegoien-senda de Gotxi llegamos a nuestra cima donde, este día con el suelo pintado de blanco en lugar del habitual verde de todo el año, volvimos a visitar y saludar a nuestro “hermano”, morador de la cima, el MdB.
En la misma cima de Babio, con el MdB impertérrito y el vértice geodésico que, después de ser pintado reivindicando el acercamiento de los presos políticos vascos/as, vuelve a recuperar el pintado anterior con la representación de los colores, en horizontal, de la bandera de la Comunidad Autónoma española de Euskadi
Esta vez también, al igual que hicimos con el último día de 2020 y primero de 2021, en compañía y alegría de nuestra bandera liberadora del imperialismo al que nos tienen sometidos los Estados imperialistas de España y Francia y la complicidad cipaya de la ayuda inmisericorde de ideologías o/y partidos que coadyuvan a este sometimiento prolongado en el tiempo.
Confraternización y fusión natural entre los dos MdB y la bandera reivindicativa de la soberanía Nabarra que, entre otras fotos, se debe al compromiso de mi vecino Asier que, sin pedir nada a cambio, accedió a disparar la instantánea
Nosotros a lo nuestro. Representar las conciencias despiertas de quienes nos sabemos conquistados, pero no sometidos; que reivindicamos y luchamos por la independencia perdida en aras de socavar y sacudirnos este sometimiento imperialista conquistador al que otros tan bien acostumbrados están e incluso, en su día a día, ahondan en el mismo como si fuera su natural estado en la convivencia histórica a la que nos obligan.
Reniegan de donde vienen y se adhieren complacidamente con el poder impuesto y, en su esquizofrenia, creen gozar de libertad absoluta de gobernarse a sí mismos, sin concebir que fuera de las cuatro paredes de gobierno limitado, dicho poder queda cuarteado y cercenado por el imperio del poder de los auténticos poderes que dictan siempre la última palabra, enseñando, realmente, quién manda y quién lleva las riendas del mismo.
Altozano del pequeño monte Korotze donde la Cía. de Jesús -Jesuitas- erigieron una estatua del Sagrado Corazón de Jesús, réplica del existente en Bilbo, pero de menor proporciones y que un rayo se lo llevó. En las campas aledañas, gente disfrutando de la nieve
Ahí está la diferencia de los que nos sentimos nabarros/as por origen o/y razón histórica y, por tanto, política, y los que sólo llegan a sentirse bascongados o vascos –dicen ellos–, pero en un sentido cuasi español o francés. Pues, ser o sentirse vasco/a puede ser mucho y puede serlo todo, pero el término no tiene ningún significado político que le confiera ser acreedor de nacionalidad alguna.
Al contrario, ser o sentirse nabarro/a, en referencia al sentido de historia política, dice mucho y lo dice todo. Refleja la idea de estatalidad, de recuperar la independencia primigenia pérdida por conquista.
En definitiva, ser o sentirse vasco/a no te vacuna, ni es vacuna suficiente, de no ser también español o francés. En cambio, y contrariamente, ser nabarro/a, en su sentido primitivo e histórico, te vacuna y te faculta para no ser español ni francés, independientemente de la realidad presente, resultado del imperialismo subyacente de ambos Estados sobre el Estado conquistado de Nabarra.
Cumplida la misión de ver y hollar nuestra entrañable cima de Babio, esta vez pisando y disfrutando del manto blanco que lo cubría y de dar testimonio y dejar constancia de nuestra reivindicación de soberanía, hoy secuestrada, iniciamos la vuelta, pero siguiendo el trayecto de bajar al pueblo de Mendeika y de aquí, por la carretera y luego camino que lleva a la ascensión a la otra cima hermana del anterior, Burubio, pero sin subir a la misma, bajar por la senda de las Escaleras o Goikouria –según hemos leído en algún sitio– para llegar a las inmediaciones de la iglesia-ermita –o viceversa– de San Miguel que hace de parroquia del que pudo ser pueblo despoblado, en población y edificaciones, de Etxegoien, para, poco después, entrar en Amurrio.
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