martes, 26 de diciembre de 2017

La sonsierra navarra y Mendiko Lagunak hermanados en su tradicional despedida del año



  Desde la cima del León Dormido (1244 m) las vistas eran... nulas, pues la niebla y la nieve lo impedían, pero contentos y satisfechos de haberla coronado  

 
La sonsierra navarra y Mendiko Lagunak hermanados en su tradicional despedida del año
Como es tradición desde hace ya bastantes años, el club amurriarra Mendiko Lagunak mendi Taldea celebra con una salida montañera y posterior comida la despedida de actividades que alrededor del monte y de la montaña realiza a lo largo de todo el año.
La iglesia del pueblo de Lapoblación recibe a los aventureros mendizales con las primeras nieves. Detrás, y semioculto, el León espera dormido su visita
Por lo que este día (16-12-2017) tuvo lugar la misma con meta en la cima del monte del León dormido. El programa hablaba de una circular que rodease el mismo, pero la ventisca que sacudía y azotaba el lado N., contrario al que subimos, la niebla y la nevada acumulada bajo nuestros pies, lo postergó para otra ocasión. Precisamente en la vertiente septentrional sobrevive un pequeño hayedo, rodeado de campos de viñas y es por donde se suele subir mayormente a la “melena” del León por ser esta la atalaya con mejores vistas del paisaje de viñedos riojanos.
 
El paraguas, el gran aliado en esta mañana para algunos


Pese a la niebla el blanco paisaje se deja acariciar
Tránsito que se realizó desde la localidad de Lapoblación (886 msnm y 30 hab.), en la Alta Navarra, que nos recibió envuelta en un manto de fina nieve, no así subiendo la cima de El León Dormido (1244 msnm) (también denominado Peña -o Castillo- de Lapoblación y La Picota) donde la misma se hacía más copiosa y más compacta para nuestros pies montañeros. Dicho monte o cordillera montañosa hace frontera o/y une las sierras de Cantabria -al W.- y Kodes -al E.-. (La forma peculiar de su contorno ha dado origen a distintas leyendas como la que refiere que el famoso caballo de Espartero se despeñó en una trocha o vereda estrecha que sirve de atajo o paso de la montaña, mientras dicho general liberal presentaba batalla a los carlistas).
 
Un ya típico buzón, da la bienvenida a las y los mendizales que van llegando a la cumbre
Huelga decir que en esta salida de fin de año hay compañeros y compañeras que sólo acuden a la comida que este año se celebra en la bodega Eguren Ugarte (antes Heredad Ugarte), a las afueras de la localidad de Laguardia-Guardia, en la Sonsierra de Navarra, que incluía ¡claro está! la visita previa a la misma.
El MdB, fiel a su cita con la montaña, se deja fotografiar al lado del buzón
Por lo que el autobús les dejó en dicho pueblo a las 9:00 (se había salido de Amurrio a las 07:45) para, seguidamente, con el grueso de montañeras y montañeros dirigirse al pequeño pueblo de Lapoblación y atacar la cima que duerme a sus espaldas.
A las 09:50 se da inicio al paseo, en suave y corto ascenso, por ancho camino que más arriba se estrecha en sendero para concluir en la cima, señalizada con el ya tradicional vértice geodésico y el buzón montañero en forma de pequeño tronco, con hacha incrustada, visto también en muchas otras cimas de la Navarra histórica (Ver un ejemplo de esto último en Orkatzategi y Ametzueta se miran en el lago Urkulu)
A las 10:40 se hace cima y se decide suspender el resto del recorrido por la inclemencia del tiempo, como más arriba queda dicho.
El descenso es pausado, sin prisas, pero continuado, en los primeros compases, por sendero que dibuja la nieva caída
Al bajar al pueblo, en el pórtico de la iglesia, tiene lugar un pequeño ágape con degustación de langostinos que se están convirtiendo en tradicional en este día, gracias a la gentileza de uno de los compañeros montañeros, Julen (si no le importa que lo nombre).
 



Cerca del pueblo la niebla se torna menos espesa  

Hubo cambio de ropa para, cada uno, vestir sus mejores galas y, con el autobús, volver a Laguardia a recoger a los “montañerxs” que, en este día, renunciaron de subir al monte.
En este pueblo saltó la sorpresa de conocer o más bien ver, a un casi “actor” que dirige y protagoniza un programa-concurso gastronómico en la televisión pública de la CAV: ETB en su canal en castellano. “Juego de Cartas” es su nombre. (Este concurso gastronómico de la televisión vasca es una proyección a imitación de otro homónimo en la Tv3 catalana). Junto a la muralla de la localidad de la sonsierra navarra, capital de la Rioja de Álava, regenta, es dueño del bar restaurante “Capricho de Baco” en el Paseo Sancho de Abarca (rey de Navarra).
Finalizada la bajada (y la subida) toca cobijarse para contentar el hambre de cada uno -y cada una- y acicalarse para la visita bodeguera
Dicho, ya famoso personaje (la tele es lo que tiene) tiene raíces en el pueblo de Amurrio de donde es su madre. Su nombre: Javier Sierra. Hubo hasta fotografías con el susodicho por parte de las féminas, principalmente. Nada que envidiar a los actores del celuloide.
Reunidos ya todas y todos, se llegó a la Bodega Eguren Ugarte y, con la agradable y chispeante gracia de Silvia, se dio paso a la visita guiada a las bodegas excavadas en el subsuelo, donde los pasadizos son la esencia de las mismas.
 
La cueva parece tenebrosa con su media luz pero, a la vez, cálida al andar por sus pasillos y galerías
La parte más antigua y primitiva se compone de un laberíntico número de pasillos o galerías con nichos y altares y salas con bóveda donde descansan -o duermen- las botellas allí depositadas (muchas de ellas propiedad de particulares). Las galerías o calles llevan nombres. Tienen denominación de las Provincias Vascongadas y resto del País, así como nombres de las calles de Bilbao (esto un poco a modo de bilbainada). Destacando la sala de J. L. de Ugarte, insigne marino y navegante del mar que trabó una fuerte amistad con el “patrón” de la bodega, Victorino Eguren Ugarte. La cueva, donde se ubican estas bodegas, fue excavada durante 6 años, con troqueladora, al principio, y, más al interior, manualmente con pico entre cinco personas, miembros de la familia y allegados.
 
Antiguo ascensor-montacargas recuperado

La frase lapidaria que luce la "furgo" no lo puede expresar más claro

Victorino comenzó en el mundo vinícola en Vitoria-Gasteiz regentando su primer bar en el barrio de Coronación. Llegando a tener hasta 14 bares. Se convirtió en el primer franquiciador de la época. Es decir, que tras dar a conocer el local y asentarlo con una fiel y nutrida clientela, alquilaba los mismos. A la vez, hacía las veces de distribuidor de vinos con su pequeña furgoneta Citroën con el eslogan “Vitorino el de buen vino”.
 

Trapa, especie de trillo para romper los terrones y arado romano para surcar la tierra

Exposición permanente de la excavación de la cueva-bodega de Laguardia y otra, en Lanzarote
 
Impresionante tienda, bellamente lúcida y resplandeciente
La visita finalizó con la degustación de tres variedades de caldos -uno rosado y dos tintos- que sirvieron de antesala para dar comienzo a la comida que se componía de los siguientes platos:
- Champiñones y morcilla con tomate, de entremés.
- Alubias blancas con sus guindillas más, en otro plato aparte, patatas a la usanza del lugar.
- Chuletillas de cordero.
- Goxua, café y licor.
Pocos se resistieron a inmortalizarse junto a la escultura del patriarca “Vitorino”, vivo retrato y vivo en esta tierra del vino. A los postres departió mesa y conversación con las y los mendizales y excursionistas amurriarras
... Al igual que el barítono, tenor y lo que se tercie, con su prodigiosa voz y mejor oído, que tampoco quiso perderse el momento estelar de fotografiarse (es el de la izda., por si había duda)
Para finalizar el día entonando viejas y tradicionales canciones del País que fueron cantadas con la imprescindible “partitura” en forma de letras, por las y los presentes a esta pequeña gala de despedida de actividades del club Mendiko Lagunak de Amurrio. (El año, montañeramente hablando, se despide ascendiendo, el último día: 31-12-2017, al pico Iturrigorri en la sierra de Sálbada).
A las 18:00 (marcaba el reloj del bus) se puso rumbo a casa después de todo un día en que no faltó la nieve, paseos y alterne por las calles y establecimientos de la villa guardiarra, la visita vinícola y el calor hogareño que ofrecen estas tierras navarras de la Sonsierra.
 



El vino y el jamón -en unión- hacen un maridaje de amistad y amigos





 

(Fotografías propias y de los compañeros presentes en la salida-excursión)

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