domingo, 13 de septiembre de 2020

El Cañón de Delika, el Salto del río Nervión y sus Ojines, en un día apacible y caluroso

 

La imagen engaña, pues parece estar cerca el “salto” pero, para llegar al mismo, aún queda algún kilómetro

 

 

Estando cerca, avanzamos utilizando ahora también las manos sin perder de vista lo que de lejos y en lo alto no deja de guiarnos: el mirador (dcha.) y el salto o cascada (izda.),

 

 El Cañón de Delika, el Salto del río Nervión y sus Ojines, en un día apacible y caluroso

Salida interesante la de hoy (25/08/2020) –en realidad, todas lo son–, por lo que aprovechando que teníamos un día de asueto y un día de sol y calor que la mañana ya presagiaba, nos decidimos por ir a visitar el lugar donde el agua rompe tras caída vertiginosa y se convierte en el río que, kilómetros más abajo, conforma la silueta de un estable río Nervión hasta llegar a Bilbo.

Para ello teníamos pensado realizar el camino que separa Orduña-Urduina y Delika en bicicleta, pero ¡percances de la vida! dos días antes, el domingo por más señas, al transitar por el bidegorri del Parque Lineal del Nervión y tras volver de la “República” de Areta, allende a Laudio-Llodio, la bicicleta pinchó. Fue cerca del caserío Zamora (Zamaura “garganta de agua”), en Amurrio, por la graciosa culpa de la Diputación alavesa que se le agotó el presupuesto y no les llegó para cementar unos pocos m2, en la intersección del camino a dicho caserío. Menos mal que fue ya de vuelta y no nos trastocó mucho la tarde.