jueves, 22 de abril de 2021

Además de los tres cimeros “Burbona”, hubo otros ascensos, antes y después de culminar los mismos

 

La cima de Burbona Occidental (921 m) y su buzón en forma de cohete, ahora de color amarillo, relucen en la invernal desnudez del hayedo

Buzón del Burbona Central (935 m)

 

 

Además de los tres cimeros “Burbona”, hubo otros ascensos, antes y después de culminar los mismos

La entrada de hoy debería ser o extenderse en número de líneas tanto como la salida montañera de este día (28/02/2021), ya que, como que no quiere la cosa, la misma se prolongó durante nueve largas horas, especialmente las últimas, cuando nuestros cuerpos estaban casi desfallecidos o no respondían tan bien como en el principio del andar de hoy.

No obstante, voy a jugar a la inversa y trataré de que las líneas, el texto de esta entrada, sea reducido o lo más reducido de que soy capaz, pero, viendo el ciclo vital del blog, los textos que aparecen en el mismo de reducidos tienen más bien poco, por no decir nada.

Precisamente, ya me estoy alargando en explicaciones vanas y todavía no he echado a andar el camino de este día.

 

La primera cima de hoy es Txintxularra (845 m) cuyo buzón lo instaló el club de nuestro pueblo  de Amurrio Mendiko Lagunak, el 08-02-2004 con la inscripción que, a modo de poesía, dice: 

Tipi tapa / Goxo goxo / Mendiz mendi / Basoz baso

Como se aprecia, la niebla andaba al acecho, cercando nuestro horizonte visual 

 

Así que, tras dejar descansando los utilitarios respectivos en la zona de esparcimiento denominada Parketxea (su nombre nos da una idea), a unos tres kilómetros después de atravesar el pueblo de Sarria, en el valle de Zuia, retrocedemos, ahora a pie, para colocarnos a la entrada del mismo e iniciar el ataque –eso sí pacífico, sin armas– a la primera cima de hoy que es Txintxularra (845 msnm). Según escribe Mendikat "La Biblia de la Montaña", esta cima figuró en el primer catálogo de cimas de Euskal Herria del año 1950, en la posición 169 de las cumbres de Álava/Araba.

Después de conseguido el propósito, nos dirigimos monte arriba para disfrutar de las cimas de los tres Burbona: central y los dos laterales, este y oeste u oriental y occidental.

 

 

Señales como las de esta zona, cercana al pueblo de Sarria y en abundancia, aparecen por todo el Parque Natural de Gorbeia

 

Andamos por caminos cuyos recorridos están bien señalizados con indicaciones de destinos, con los kilómetros y tiempos de llegada a los mismos.

 

 

La cima de Kamurazabal (844 m) dentro del desnudo hayedo, aparece huérfana de buzón alguno que lo identifique

 

 

Antes de llegar a los tres “Burbona”, se suele aprovechar, además salen y se presentan en nuestro camino, para saborear de la satisfacción de hollar otras cimas menores. En este caso Kamurazabal (844 msnm) y Astaiz (904 msnm).

 

 

 Astaiz (904 m) y su buzón que lo identifica, quedando ya menos para culminar los tres Burbona´s


Tras las cuales, llegamos al primer Burbona o Burbona occidental (921 msnm) y después, a poca distancia, se llega al Burbona central (934 msnm) y el de mayor altura de los tres.

 


Burbona Occidental (921 m), con el buzón pintado de amarillo y el MdB 


Luego vamos al encuentro del tercer Burbona u oriental quedándonos solos dos montañeros para el resto de la jornada y lo que se nos viene por delante, kilómetros y más kilómetros de andar y subir cimas. El resto vuelve por el camino de Arlobi al Parketxea de Sarria.

 


La cumbre de Burbona Central (935 m) y el buzón, dentro del hayedo, entre jóvenes hayas desnudas de hojas que lo custodian y la compañía de algunas piedras a modo de decoración rústica y natural y de la presencia de los montañeros que la visitan

 

 

 

El Burbona oriental (928 msnm), su ascenso, lo realizamos casi a punto de pasarnos el mismo, pues seguíamos la pista que iba descendiendo, pero gracias al cairn situado junto a dicha pista, que nos dio el aviso, se logró acometerlo. Luego al volver hacia atrás, después de coronarlo, por el suave cordal para enfilar las siguientes cimas de este día, nos devolvió al camino o pista anterior, viendo que esta debiera haber sido nuestra ida para alcanzar este tercer Burbona. Señalado con el buzón del club montañero y urduinarra Txarlazo.

 

 

 

 

 

 



Burbona Oriental (921 m), cuyo buzón, ya más que oxidado y roñoso, lo instaló el club de montaña de Urduina Txarlazo el ¿09-05-1969? Sin miedo a tacharnos de ignorantes, parece representar un ovni posado sobre una seta

 

Ya en el camino, con sensaciones de que ahora andábamos en sentido contrario a como íbamos desarrollando las anteriores cimas, nuestro andar nos acercó a la cima de Higinamendi (902 msnm) entre el arbolado de hayas y la hojarasca de su suelo. Por lo demás, nada inusual en esta parte occidental del macizo y estribaciones de Gorbeia.

 



Haginamendi (902 m) y el buzón se alzan sobre otro hayedo desnudo en el contorno perimetral del macizo de Gorbeia

 

 

Anteriormente, también los mismos tres Burbona nos saludaron también envueltos entre hayas, principalmente, y robles entrados en años y con las alfombras de hojarasca expandidas por su suelo.

 

 

 

Nafarkorta (1019 m) dentro de los límites del municipio del Valle de Zuia, casi colindante con el municipio de Orozko

 

 

Señal informativa en el camino que transcurre a los pies de dicha cima

 

Descendido Haginamendi por la ladera contraria a la de su subida, enlazamos por camino que se hace oficial en los recorridos habituales de esta geografía, señalizados con postes indicativos de destinos a troche y moche y que, en nuestro caso, nos llevará a la siguiente cima, Nafarkorta (1016 msnm), casi inexpugnable su acceso a lo largo de su perímetro por el otacal que lo rodea, es decir, rodeado de otakas (árgoma, en lenguaje castellano) casi impenetrables que dificultan acceder a la misma.

Estamos o seguimos estando en la jurisdicción de Zuia, ahora ya cerca del límite con Orozko y a poca distancia del santuario mariano de Garraztatxu y su virgen de la Piedad, situado en la jurisdicción del pueblo de Baranbio, en la Tierra de Ayala – Aiara Herri.

Muy cerca de aquí –al NO de Nafarkorta– se encuentra el vivero Arlamendi (Baranbio) (contracción de “arri-ola-mendi” que significa literalmente “monte de piedras de molino”; dicho de otra manera, "lugar o cantera de muelas de molino"), recinto de 5300 m2 cercado por pared de piedra de 190 cm en altura y 80 cm de anchura en su tramo inferior, que fue intervenido el verano 2020 para reparar uno de los cuatro lienzos de que se compone el mismo. En posteriores campañas se podrá regenerar el resto de paredes y dignificar lo que significaron estos espacios de plantación de especies arbóreas –principalmente, robles y hayas– que tras un primer crecimiento eran trasplantadas al bosque. Iniciativa y sistema implantado por los Caballeritos de Azkoitia de la RSBAP. Para saber más sobre esta reciente intervención de recuperación del patrimonio entrar en www.deia.eus/bizkaia/laudio-nerbioi/2020/09/07/gran-vivero-gorbeia.

 

 

Referencia aéreo orográfica del lugar en que se encuentra el vivero o mintegi de Arlamendi, entre Nafarkorta y el santuario de Garraztatxu

 

 

Panorámica de dicho vivero, cuyo recinto de piedra se quiere recuperar a través de distintas campañas de verano, para evitar su olvido de la memoria colectiva (Fotos de Inaki Garcia Uribe y DEIA)

 


 

 

En esta otra foto de Inaki Gª Uribe, se ve el lienzo recuperado de uno de los cuatro muros del vivero de Arlamendi y, a su vez, estos bellos ejemplares de hayas, envidia de sus hemanas más jóvenes

 

 

 

Desde la cima de Nafarkorta, tenemos una corta subida para acercarnos a Araneko Harria (1017 msnm) donde una inscripción a modo de estela funeraria, nos habla de la joven orozkoarra Arane que fue atacada y devorada por los lobos cuando se desplazaba de Murgia a Orozko. Y, ahora, sí pisamos suelo de la jurisdicción de Orozko en el que seguiremos en las dos cimas siguientes.

 

 

Araneko Harria (1017 m) y el monumento religioso que recuerda a la joven Arane, sirvienta en la casa de una familia de Murgia, que encontró aquí la muerte

 

 

Tras leer la inscripción dedicatoria, seguimos subiendo por el camino que nos llevará a la siguiente cima, pero lo abandonamos para, por ladera arriba, acortando distancia y tiempo, llegar antes a Egileor (1117 msnm) o Ubitxeta que también se le conoce, donde por su lado norte cae precipitadamente en abismo y que el tiempo de hoy, día nublado casi al 100% de la marcha mañanera, impedía contemplar las vistas que en días despejados deslumbrarían nuestros ojos. Al respecto de estos dos nombres para denominar la cima, es interesante entrar en arca-de-no-se/2021/04/10/nombres-de-gorbeia-ubixeta-vs-egilleor que desentraña equívocos o malos entendidos de la toponimia del lugar.

 

Buzón y cima de Egileor (1115 m) en un día sin visibilidad alguna por mor de la niebla que a ras se desplazaba por la superficie terrestre

 

Igual trato de mala visión, por la niebla que se echó durante la mayor parte de la mañana, nos deparó la siguiente cumbre Oderiaga (1244 msnm) donde el “compi” se enfrascó en buscar el buzón que, debido tal vez a la simbología de su construcción, alguien/es lo había hecho desaparecer.

 


Oderiaga (1244 m), la cima más alta, hoy hollada, de las que componen el macizo de Gorbeia

 

A partir de coronar esta cima, comenzaba la hora de la verdad, es decir, la hora de volver hasta el pueblo de Sarria, hasta la zona recreativa del Parketxea.

Y como somos de piñón fijo o lo es alguno, la vuelta se comienza descendiendo el citado Oderiaga y por ladera, sin apenas dibujado sendero, se prosigue en un sinterminar hasta que vemos en un altozano, despuntar la verticalidad de una gran piedra que mira al cielo –¡un menhir!– y que tomamos como punto de referencia o brújula para acertar y encontrar el camino de vuelta. Incluso creímos que era el menhir de Arlobi.

Allí nos encaminamos y cuando superamos la ladera de ascenso, tal menhir no era el de Arlobi sino el de Pagozarreta, a pocos metros de la cima de su mismo nombre situada a 977 msnm, aunque ni nos enteramos por ser irreconocible la misma o confundirse por ser terreno poco sinuoso y prominente. Estamos en el punto de dejar el municipio de Orozko para adentrarnos en el de Zuia.

 

 

 

Menhir de Pagozarreta (975 m) con el que nos tropezamos en la vuelta a nuestro destino de partida de esta mañana nublada, con niebla practicamente en todo momento, pero de la que sacamos provecho

 

 

Descendemos por la otra ladera al camino, bien marcado y oficial, donde nos entró la duda de si tirar para un lado u otro del mismo. A su vez, a uno de los móviles se le fue la vida y hubo que hacer uso del otro, nada bregado en los quehaceres de señalar los trekkings, pero al final se acertó y nos condujo por el camino correcto. Eso sí fue un andar casi interminable por camino que seguía paralelo al curso descendente de la regata o pequeño río Arralde que más abajo confluirá con el todavía recién nacido río Baias que nos irá acercando al punto de salida de la primera hora de la mañana, teniendo que atravesarlo en dos ocasiones; una de ellas medio mojándonos pues no había paso ni piedras suficientes que facilitaran vadearlo.

Incluso en nuestro discurrir caminero nos topamos en una bifurcación con la señal que indicaba 1,5 km para ir al menhir de Arlobi, famoso tras el ensamblado y puesta en pie hace unos años, pero los kilómetros iban pesando cada vez más, por lo que preferimos seguir a nuestro apreciado y salvador río que, sabíamos, nos iba a llevar a buen puerto.

Ya cerca de nuestra meta, lo volvimos a cruzar varias veces, pero esta vez por medio de rústicos puentes de piedra como los conocidos Larreakorta, Aldarro e Igatz y la pasarela que salva un humedal para, por camino empedrado de grijo, llegar al destino, que era el punto de partida de la salida de hoy.

Eran las 18:00 y mirando el panel que informa a los caminantes y/o montañeros, comenzó a caer una fuerte e intensa tormenta de unos cuantos minutos de duración.

Nos salvamos. Los coches estaban allí. No tuvieron tanta suerte algunos paseantes que se aventuraron a horas de la tarde a dar un paseo por el último tramo por el que nosotros regresamos.

Desde las 9:00 a las 18:00 horas por el monte, de cima en cima, de cumbre en cumbre y volver por el largo camino de vuelta, siguiendo al río, transcurrió esta mañana y tarde de este día del mes de febrero de 2021.

9 horas y 30 km, aunque no todos los días tenemos el cuerpo dispuesto para estas largas caminatas. De cuando en cuando se hace algún exceso, pero ¡de cuando en cuando! No vayamos a cogerlo como costumbre.

Por cierto, lo que se decía al principio de la entrada de intentar reducir el espacio o las líneas dedicadas a la escritura, no sé si se ha conseguido.

Tal vez, no tengamos remedio. ¡Qué le vamos a hacer!

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